Fuiste creado por Dios para Dios y
encontrándolo sólo así puedes ser feliz ya que estas llamado a eso, está
inserto en tu ser, eres un ser religioso.
Tu verdadera dignidad está en conocer y amar
a ese Dios que te creo y para eso cuentas con su ayuda.
Para esto debes tener una voluntad recta
(bien intencionada con Dios) y hacer el esfuerzo que esto merece, escuchando el
mensaje de la Iglesia (en comunión con el Santo Padre) y la voz de tu
conciencia bien formada.
Puedes conocer a Dios por sus obras y gracias
a tu inteligencia, mirando el mundo creado, su belleza, su armonía, preguntarte
de donde viene el mundo, interroga a la naturaleza en su belleza en sus leyes y
te responderán.
Dios se revela al
hombre
La revelación es la manifestación de Dios al
hombre y ha sido dada por amor, en ella nos muestra su voluntad y nos
manifiesta aquello que por nuestras propias fuerzas no podemos conocer.
Nos da a conocer sus misterios gradualmente,
nos da a conocer su Persona y misión en una revelación sobrenatural.
Dios se revela plenamente al enviar a su
propio Hijo Jesús, después de El ya no habrá revelación.
Cristo es la plenitud de la Revelación.
La Tradición
La tradición es la voz de Jesús por medio de
su Iglesia, lo que Cristo confió a sus Apóstoles lo transmitieron oralmente y
por escrito, inspirados por el Espíritu Santo.
La Biblia
La escritura es la Palabra de Dios. Dios es
su autor (los autores humanos escribieron inspirados por el Espíritu Santo) y
esta nos enseña sin error las verdades necesarias para la salvación.
Para entenderla es necesario la ayuda de
Dios.
Se dividen en Antiguo y Nuevo Testamento.
El Antiguo Testamento prepara para El Nuevo
Testamento y da cumplimiento al antiguo, los dos se esclarecen mutuamente y son
verdadera Palabra de Dios.
La Palabra de Dios es el alimento de la
Iglesia de los creyentes, desconocerla es desconocer a Jesucristo.
Su interpretación debe ser bajo la guía del
Magisterio de la Iglesia.
Antiguo Testamento
Nuevo Testamento Tradición
La Tradición y las Sagradas Escrituras se
unen y comunican en Jesucristo provienen del Espíritu Santo. Constituyen un
sólo sagrado depósito de fe, de la cual la iglesia recibe la propia certeza de
todas las verdades revelada.
El sucesor de Pedro, Obispo de Roma y los
obispos en comunión con él, constituyen el Magisterio vivo de la Iglesia y dan
la interpretación de dicha Escritura.
La Fe
Fe es creer y creer es adherir: le fe es una
adhesión personal del hombre a Dios que se revela, que sostenido por la gracia
responde a Dios con un asentimiento.
Es nuestro, tesoro, el más grande que en
hombre tiene, es un don sobrenatural, es la virtud necesaria para salvarse,
necesitamos la ayuda de Dios para creer, la fe debe crecer gracias a la palabra
de Dios y a la oración.
Creemos todas aquellas cosas que se contienen
en la Palabra de Dios escrita o transmitida y que son propuesta por la Iglesia
como divinamente reveladas.
Profesamos una única fe recibida de un solo
Señor y transmitida por la Única Tradición Apostólica, creemos en un solo Dios,
Padre, Hijo y Espíritu Santo y en un solo camino de salvación.

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